En plena pandemia, con la obra social fundida y con el crecimiento exponencial de sus administradores, los lujos siguen y la discusión es si son de cuero o de ecocuero.
El Instituto de Obra Social de la Provincia de Entre Ríos compró juegos de cubierto y plato para asado por un millón 300 mil pesos, para hacer “presentes”, aunque se desconoce cuántos compró.
La compra se efectuó de manera directa, luego de un cotejo de precios, según pudo conocer este Portal, entre tres oferentes, a pesar de las deudas millonarias con los prestadores y de que llueven amparos de los afiliados.
También se pudo saber que uno de los consultados había presupuestado estuches de eco cuero, porque es más barato y suponía que una obra social con serios problemas económicos optaría por esta opción.
Aunque el presupuesto de este oferente era por la mitad del que finalmente se terminó contratando, fue desestimado, por lo que el Iosper terminó gastando el doble, aunque no se sabe exactamente cuántos platos y cubiertos compró, a quiénes se harán los obsequios o cuánto se gastó por cada uno, a pesar de que es claro que en tiempos de crisis, una familia tipo no gastaría más de 300 pesos en un producto como este.
El gasto se realizó a pesar de las graves dificultades económicas y financieras que tiene la obra social y en plena pandemia por el coronavirus y con la emergencia sanitaria ya decretada en el país.
Sin embargo, las dificultades económicas del Iosper no son producto del contexto actual, sino que son de vieja data.
Los prestadores denuncian permanentemente acerca de las deudas que mantiene la obra social, que en algunos casos son de hasta 11 meses, según denunciaron en marzo a este medio directivos del centro El Solar de Colón, que atiende personas con discapacidad.
El mes pasado, la Cámara de Clínicas y Sanatorios de Concordia, rescindió el contrato con el IOSPER porque la obra social tiene una deuda de 19 millones de pesos con los prestadores.
Por ese motivo, más de 35 mil afiliados concordienses se quedaron sin poder acceder al servicio de salud de la provincia por carecer de cobertura.
Desde el Solar de Colón, también habían denunciado la resolución 486, con fecha del 19 de marzo, que suspendía los servicios a las personas con discapacidad.
Según las autoridades de esta institución, esa resolución es “anticonstitucional y anticonvencional porque viola no solo la ley sino también la Convención de los Derechos de las personas con Discapacidad, a la que la Argentina adhiere en 2008, se obliga a cubrir todas las prestaciones y hacer cumplir todos los derechos de las personas con discapacidad y esta resolución provincial está avasallando esos derechos”.
Denuncias de este tipo se conocen en forma constante en diferentes sectores de la provincia, en donde, debido a las enormes deudas que mantiene la obra social con los diferentes efectores de salud, suele darse que las prestaciones se encuentren “cortadas”.
De este modo, en los momentos en los que lo necesitan, es frecuente que los afiliados queden sin acceso al sistema de salud privado, a pesar de que se les hacen los descuentos de ley para pagar la obra social o la abonan de manera voluntaria.
Así ocurre que, aunque mes a mes los afiliados pagan el Iosper y, además, la provincia inverte sumas millonarias de su presupuesto en la obra social, tienen que abonar las prestaciones de forma particular, cuando pueden hacerlo, o dirigirse a la salud pública.
Es por esto que podría decirse que el Estado gasta dos veces por el mismo paciente, por un lado, con el presupuesto de la obra social y, por el otro, con el de los centros de salud u hospitales públicos.
También son frecuentes las acciones de amparo en contra de la obra social para exigir que brinde cobertura a pacientes, que deben recurrir a la Justicia para obtener una respuesta del Iosper.
Más allá de eso y de la grave crisis económica que atraviesa el gobierno provincial en sus diferentes áreas, las autoridades del Iosper incurren en este enorme gasto totalmente innecesario en tiempos de pandemia.
Se desconoce qué cantidad de juegos de plato y cubiertos compró el Iosper, pero queda claro que gastar la suma de 1.300.000 pesos en eso mientras hay afiliados que no puede acceder a las prestaciones es una enorme contradicción y que los tiempos que corren no son para que una obra social fundida ande haciendo obsequios.
El Iosper, con prestaciones cortadas, totalmente quebrado se contradice con el crecimiento exponencial de los patrimonios de los administradores.
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